domingo, 21 de marzo de 2021

Mezclando cine y literatura. El crimen del padre Amaro.

A ver que de crítico y entendido en ambas disciplinas, pues entre cero y uno (iba a poner en negativo, pero ya sería demasiado presuntuoso).

Lo meto en este blog, como podría hacerlo en el otro, pero como se lo va a leer nadie (Hola Arcas), pues he elegido éste.

Lo primero de todo, contextualizar. La película la vi por iniciativa de terceros, no mía. Creo que no hubiese ido nunca a verla (y hubiese acertado) por iniciativa propia.

Recordar, creo que el título y que salía el García Gael o como se llame (aquí rozando el cero del comienzo, por desinterés en el enciclopedismo cinéfilo). Ni siquiera recuerdo si la chica muere o no, creo que sí, pero mi neurona ha decidido que dicha película no debe ocupar más espacio en mi memoria.

El hecho de la película me hizo reticente a leer el libro en el que se basa, que no tiene nada que ver, ni en como trata la historia ni en la época ni el lugar en que transcurren.

El libro. Eça de Queirós, portugués que se dedicó a relatar la Portugal de siglo XIX. El libro, sin haberlo acabado, es una pasada (sí hay otra formas de definirlo con palabras más cultas, pero es conciso y  claro). La película es en México, en un ambiente dominado por el narco (es no lo recuerdo, gracias Whiskeypedia o IMDB)

Primero, con el dominio (deducido y dependiendo de la habilidad del traductor) del lenguaje, como domina el vocabulario, como las descripciones no son repetitivas, ni reiterativas, mirando de usar la riqueza lingüística para describir situaciones similares. Te hace irte al diccionario en repetidas ocasiones, aunque no lo haga.

La historia. Lo que en la película, creo recordar (igual es lo contrario) que lo que sostiene la película es el hecho de la relación prohibida y carnal entre el cura y la joven, en el libro no deja de ser una de las tramas argumentales que sostiene el conjunto de la obra literaria. Esa conjunción entre pasión y amor es el leitmotiv del largometraje. El libro se dedica a realizar un retrato descarnado del papel dominante, asfixiante y controlador de la iglesia sobre los creyentes, de cómo se dedica a perseguir la disidencia, dentro de sus posibilidades (las referencias nostálgicas a la Inquisición, por ahí están); de como sembrar y potenciar el temor a la ira de dios para poder dominar el rebaño, ya sea para mantener el orden social "divino" o para satisfacer todas las necesidades de la iglesia, sean mundanas o celestiales.

Vamos, que el libro se mea en la película (HBO, venga que da para una serie. Sí, ya sé que Portugal no tiene el tirón de otras latitudes, pero vamos...), que prejuicios tontos pueden hacer que dejes de lado una buena lectura y satisfacer deseos de tercero, hacerte ir a ver una insustancialidad.

De elecciones está hecha la vida. Pues eso, a elegir y a equivocarse para poder rectificar.

viernes, 14 de septiembre de 2018

El bon mestre

El bon mestre es una película del subgénero de profesor de barrio bien que acaba dando clases a un grupo de acelerados adolescentes que bien en una de las famosas banlieus que tanto salen en los noticiarios cuando hay un atentado yihadista o protestas e incendios de coches por el asesinato de alguno de sus habitantes por parte de la policía.
La película gira en la relación entre François, el profesor, y Seydou, un alumno rebelde. François ejerce en uno de los mejores institutos de París. Durante la presentación de un libro de su padre, un famoso escritor, hace un comentario sobre la educación y cuál sería la solución desde su punto de vista. Este comentario acaba en el ministerio, donde le acaban encargando que implemente su idea sobre el terreno. 
La historia es bastante típica y tópica: un profesor de barrio bien en un instituto de un barrio marginal; los profesores que llevan años en el instituto que recelan del nuevo; una clase llena de alumnos de todas las procedencias; unos alumnos rebeldes, folloneros que no hacen caso y se burlan del nuevo profesor; el profesor consigue abrir una pequeña grieta por la que socavar la rebeldía; alguna relación amorosa entre profesores, coqueteando con relaciones entre tres y un final bastante feliz con un regusto amargo.
La película se centra en exceso en lo que ocurre en el aula, que no deja de ser un reflejo del entorno, pero no sale del aula, no se introduce en el barrio para mostrar la realidad que rodea a esos jóvenes. No hay más que un par de secuencias, bastante tópica y tórpemente montadas, vamos un "vamos a poner algo que explicite lo chungo que es el barrio que sino no nos compran la peli".
Todo lo tocante a lo que ocurre en el aula está bastante bien, tiene su sentido, a pesar de ser bastante tópico. Supongo que la intención de la película es mandar un mensaje de esperanza, motivador, por lo que el desarrollo de la acción va en esa dirección, en la que a pesar de no tener una motivación, el nuevo profesor encuentra una vía para comenzar un progreso. Esa vía es la lectura de Los miserables de Victor Hugo.
Mantiene un tono eminentemente de comedia en el que se cuelan un par de notas discordantes, sin llegar a la categoría de drama.
Creo que es una película entretenida y correcta, con una buena dosis de humor blanco, vamos, sin mala leche, pero que se queda corta a la hora de tratar el tema de la educación y las dificultades en los barrios marginales parisinos, que podría trasladarse a cualquier gran urbe europeo.



jueves, 30 de agosto de 2018

Ballant la vida

Ballant la vida es una agria comedia sobre el comienzo del ocaso de la vida en la que se cruzan las vidas de dos hermanas, diametralmente opuestas, y un manitas que tiene a su mujer internada en un hospital con un avanzado Alzheimer.
Una de las hermanas está casada con un importante funcionario que será nombrado Sir, lo cuál la llena de orgullo ya que podrá lucir el Lady allá donde vaya. Pero durante la celebración de la condecoración del marido, ésta le descubre besando y manoseando a una de sus amigas, en la bodega de su casa.
La reacción es la de marcharse e ir a casa de su hermana, que vive en Londres, en un apartamento en un barrio populoso, diametralmente opuesto al mundanal ambiente de la campiña inglesa donde vivía.
La película transcurre entre la depresión de la hermana engañada y la joie de vivre de la hermana londinense. Ante la nula predisposición de mejora de su actitud, la hermana londinense intenta convencerla de que la acompañe a sus clases de baile, en la que se juntan un variopinto grupo de personajes, entre los que destaca el manitas.
La acción discurre por los caminos marcados y previstos, no hay margen para la sorpresa, la alegría que desprende una hermana va socavando los cimientos de la acritud de la otra hasta que consigue que vaya con ella a bailar. Para conseguirlo, recurre a viejas grabaciones donde bailaba y que le acaban provocando una añoranza sobre el tiempo pasado y los sueños abandonados.
La película funciona bien, en relación a los objetivos que se marca: un divertimento con ese par de gotas de amargura, que le da un toque de verosimilitud, no cayendo en el tópico de la felicidad infinita.
La película funciona por que tiene un buen plantel de actores, la mayoría curtidos como secundarios, en series de televisión (la mayoría de la BBC) y en los teatros.
Tiene un punto de nostalgia de los tiempos pasados, de la infancia, de cuando la vida todavía no te impone como has de vivir.
Creo que el guión estira la película artificialmente, sobre todo en la parte en la que van a Roma a participar en una Bienal artística y que está bastante cargada de topicazos. Pero en general es una película resultona.
Las interpretaciones están por encima del guión y no falta el humor ácido británico, en ocasiones excesivamente obvio, pero que consigue arrancar una buena sonrisa.
Yo, para ver lo que hace Bayona, prefiero perder el tiempo con películas así.


viernes, 27 de julio de 2018

Coses de l'edat.

Si lo de Terra ferma fue bastante lamentable, Cosas de la edad se lleva la palma. Es de esas películas que te puede hacer renegar del cine francés.
La película trata sobre Guillaume Canet, interpretado por el propio Guillaume Canet, un actor de 42 años que durante el rodaje de una película en la que interpreta a un padre de una joven de 20 años, la actriz que la interpreta le comenta que es un poco soso en comparación con la nueva generación de actores jóvenes.
A la vez, está casado con Marion Cotillard, que se interpreta a sí misma, que está en el apogeo de su carrera, lo que supone otra piedra que cargar sobre su frágil autoestima.
Todos estos acontecimientos, sumados al tipo de papeles que le empiezan a ofrecer y otros a los que se presenta y los rechaza, desencadenan la típica crisis de los cuarenta, o sea, volver a ser un adolescente. El punto álgido de esta crisis llega con una fiesta en la que tras una gran borrachera, acaba siendo atendido por emergencias. Este incidente acaba en las redes sociales, donde acaban haciendo mofa pública del personaje. A consecuencia de esta difusión, su participación en el rodaje de su última película acaba como el rosario de la aurora, tras estallar en una escena y acaba siendo despedido.
Justo antes de que lo despidan, empieza a visitar un cirujano plástico, para rejuvenecer. Acaba convirtiéndose en un adicto, lo que provoca que su mujer lo deje y él se vuelca más en la cirugía, los gimnasios y los anabolizantes. Desde ese momento, su relación consiste en el cuidado del hijo en común, hasta que Marion recibe un desastre de noticia, el papel para el que lleva preparándose desde hace tres años, no se lo dan. Lo que provoca una llamada de madrugada a Guillaume y se desata la pasión.
Al final, el Guillaume hipermusculado recibe una oferta para hacer una serie en Florida, una especie de Lassie en versión cocodrilo. Serie en la que acabará Marion haciendo de su partenaire.
La película no tiene por donde cogerse, lo que empieza siendo una película en la que verter una mirada irónica acaba convirtiéndose en una parodia de película, no en una película paródica, que es lo que intenta realizar en la parte final de la película, pero es tan exagerado que da vergüenza ajena.
Es que no sé que decir, salvo un par de escenas, no hay nada. A lo que hay que añadir un metraje excesivo a todas luces, con ochenta minutos escasos podría haber salido algo digno, visible y con sentido.
Cotillard bien, Canet aceptable, pero el problema es el guión. El tema de las crisis existenciales por cuestiones de edad es un tema recurrente, manido pero que se le puede sacar partido, pero no es el caso.

Terra ferma.

Sinceramente no le he encontrado el sentido a la película. Quiero decir que no hay un interés por tratar algún tema desde una determinada perspectiva intentando darle un enfoque crítico o, como mínimo, exponiendo una problemática. 
Nos encontramos con una pareja de lesbianas que viven en un barco en los canales que hay en Londres, y supongo (ya que no he estado) que deben de confluir en las proximidades del Thames, vamos el Támesis. Una de ellas, Eva, quiere ser madre, mientras que la otra, Kat, prefiere esa vida errante, discurriendo entre los canales, viendo fluir la vida, como fluye su barcaza.
Para conseguir su propósito, Eva se conchaba con un amigo barcelonés de Kat, que tras una noche de borrachera (nefastamente interpretada) consiguen convencer a Kat para tener un hijo. Una vez convencida, empiezan los preparativos para la inseminación, qué ¡oh, sorpresa! la realizan con una jeringa y en la barcaza, topicazo de alternativismo. Se van narrando las atribulaciones que sufren, desde quedarse embarazada, con los inevitables fracasos; el quedarse embarazada y perderlo; y el final del embarazo final.
Me ha parecido una película bastante floja, salvo la interpretación de Natalia Tena, el resto es bastante lamentable, tanto el papel de David Verdaguer como el de Oona Chaplin, bueno la interpretación y los personajes. Se intenta otorgar a cada personaje un rol, una tipología, un prototipo, en definitiva, un tópico: Kat, la lesbiana marimachizada; Eva (hasta el nombre es un topicazo, la madre de la humanidad), la sensible, la que desborda maternidad, la delicada de la pareja; y, Roger, otro topico de cabo a rabo, un personaje de esos que va en contra de todos los cánones que rigen la normalidad social, pero que acaba concentrando todos los tópicos del que va a contracorriente, siendo, al fin, otro que va siguiendo las normas de ser uno que va contra las normas.
Es una película plana, con escaso interés, no profundiza en ningún de los temas que están expuestos en la película: la vida en común entre parejas homosexuales, las dificultades para la maternidad de estas parejas, los derechos... pero lo deja todo de lado para profundizar en el egoísmo de las protagonistas; el de Kat, por querer su vida en un barco y con Eva y el de Eva, por querer ser madre a costa de cualquier cosa. Este egoísmo llega a su culmen en el momento en que Eva pierde al hijo que espera, Kat se desentiende bastante de ella y acaban separándose. Pero al final, hay un topicazo de final feliz.
Al final, lo único destacable son los temas que poner sobre la mesa la madre de Eva (Geraldine Chaplin), que es que va a pasar con el padre y si han firmado un contrato sobre los derechos y renuncias de éste sobre el futuro hijo y sobre cómo van a mantener a ese hijo, viendo la vida bohemia que llevan.

lunes, 12 de febrero de 2018

Incerta glòria.

Otra película sobre la más cruenta, que no única, de las guerras civiles desde el siglo XVIII. Basada en el libro homónimo (me gusta poner palabros de tío culto de vez en cuándo, así que pedanteo un poco) de Joan Sales, nos encontramos en un pequeño pueblo turolense del frente de Aragón en 1937. Un teniente llega destinado a este pueblo, donde está destacado su mejor amigo, un peculiar soldado (no recuerdo la graduación) que decide tomarse la guerra como su vida, sin más propósito que experimentar el momento y explotar el tiempo. Por el contrario, el teniente es recto, moral, disciplinado, un idealista, un fiel a la causa republicana.
En el pueblo está muy presenta la "Carlana", la amante del terrateniente del pueblo, que es ejecutado al inicio de la guerra. Con la excusa de ir a confiscar un caballo, entre el teniente y la "Carlana" se establece un vínculo, que cada uno entiende a su manera y tiene su propósito, que para nada son el mismo.
El teniente tiene mujer e hijo en Barcelona, cosa que le recuerda su amigo constantemente, sobre todo por el hecho de que no se comunica con ella y menos desde que está destinado en ese pueblo. Con la llegada de la Navidad, la mujer y el hijo se desplazan al pueblo.
A partir de ese momento, se van descubriendo los anhelos, deseos, relaciones, intereses que relacionan a los cuatro personajes. El interés egoísta de cada uno de ellos, reprimido o no, el deseo y la atracción, amores no correspondidos, traiciones, amistades y fidelidades incondicionales, celos, recelos, odio. Y, sobre todo, el oportunismo y la falsedad que resultan de una situación como aquella, la guerra, en la que la vida de uno, casi siempre, está por encima de todo, ideales incluidos.
En cuanto a la película, la he encontrado con un inicio muy flojo, con un exceso de obviedades y tópicos, que hace que te desmotive, que no le da casi sentido a nada, todo narrado muy a lo bruto, muy obvio, que te plantea cuál ha sido el papel del guionista, si ha trasladado literalmente de la obra al guión algunas escenas, es para huir del libro. Cuándo la película comienza a tomar interés, se acaba. Creo que daba para más, no sé si el libro lo da o no, pero que la situación se podría alargar hasta el final de la guerra o por lo menos los momentos posteriores a la caída del pueblo a manos de los fascistas, seguro.
El reparto actúa de forma irregular, los secundarios clavan los personajes, están muy bien, salvo la que hace de mujer del capitán, que es menos creíble que un billete de 4 euros. 
El actor que encarna al teniente está horrible, a ver que yo de interpretación entiendo cero, pero era verle y parecía que iba a ir a la cadena a fabricar botes de detergente. En cambio, la actriz que interpreta a la "Carlana" está bien, con momento brillantes, pero con escena flojitas, flojita, sobre todo al inicio.
La mejor interpretación es la del amigo del teniente, está muy bien, hace que su personaje sea muy creíble y bien interpretado, salvo una escena dentro de un monasterio saqueado, que más que borracho parece que vaya pasado de ácido. 
La película incide muy poco en la guerra, apenas cuatro pinceladas, algún comentario suelto, pero ni siquiera en escenas, como si fuere un escenario más. Tampoco profundiza en la miseria que provoca, ni en el frente, ni en la retaguardia. Parece que el escritor buscó en la guerra el marco para describir las miserias humanas, pero que igual que era la guerra, podría ser una población del extrarradio de una gran ciudad, un pueblo de montaña en la edad media como en la Roma imperial.
Lo de los efectos, que ya se que en este tipo de películas es marginal y carece de importancia, son otro borrón que añadir a la película. 
Que vaya hablando del teniente, el amigo, la mujer... es por la pereza de buscar a los protagonistas y los nombres de los personajes y que mi única neurona trabaja a bajas revoluciones.
El anterior intento del director, Agustí Villaronga, en sumergirse en la Guerra Civil y la lilteratura, Pa negre, fue muy superior en todos los aspectos.

lunes, 4 de diciembre de 2017

El ciudadano ilustre

Siempre cuesta encontrar las primera palabras con las que empezar un texto. Esto puede servir de metáfora a la decisión del protagonista de El ciudadano ilustre de aceptar la invitación de su pueblo, del que huyó cuando tenía veinte años y que le llevó a ser premio Nobel de literatura, motivo por el cual recibe la invitación y el galardón de ser ciudadano ilustro de la población.
Daniel Mantovani, el protagonista, asume el ocaso de su carrera al recibir el mencionado premio. Éste supone la puntilla definitiva a su incapacidad creativa, que lleva arrastrando desde hace unos años. Esta incapacidad es la que le induce a rechazar centenares de invitaciones a eventos de lustre y postigo, a entrevistas, a clases magistrales, y, también a rechazar la invitación de su pueblo. Al final, rectifica su decisión y decide viajar a Salas, una población en medio de una vasta llanura lejos de Buenos Aires, justificándolo por el hecho de ser el evento menos protocolario y estandarizado que el resto.
A pesar de haber huido de Salas, esta población es de la que emana toda su creación literaria, es el cimiento sobre el que se asienta su obra literaria y, por ende, la consecución de tan preciado galardón.
El regreso es todo un choque para todo el mundo, tanto el escritor como para sus paisanos. El shock se produce ya desde el aeropuerto, cuando van a recogerlo y, a mitad de camino, revienta la rueda del desvencijado coche que lo transporta y han de pasar la noche en medio del campo; y se completa con la llegada al hotel, poco más que una pensión, en la que tienes que llamar a la recepción para poder tener aire acondicionado.
La película discurre entre momentos surrealistas, de puro humor negro, de absurdo constante, pero el fondo en el que transcurre, el escenario, que no es otro que Salas, un escenario trágico, pobre, oscuro.
La película es todo contradicciones y opuestos enfrentados constantemente: el político y el artista; el artista famoso y el artista (o intento) local frustrado; el escritor envejecido y el joven aspirante a escritor; la fama y el anonimato; el que huye y el que se queda; el traidor y el leal; el interés por el famoso y el desinterés por la cultura; la familia y el individuo.
Durante toda la película está presente la cuestión de las cosas tienen que ser como tienen que ser, no como podrían ser o como, por justicia (poética o no) deberían ser. Esto queda retratado en la participación de Mantovani como jurado en un concurso de pintura. En la selección de obras, se van eliminando algunas que, por motivos de practicidad, deberían ser, no solo finalistas, sino premiadas, entre ellas un retrato del Papa Juan Pablo II. En la entrega de premios, los finalistas son obras inicialmente descartadas, a lo que se añade, la ausencia de uno de los jurados, por motivos que, no siendo explicados, son evidentes.
A parte del papel de Mantovani, protagonista absoluto de la historia, destaca el de su amigo de la infancia, que encarna todos los rasgos de lo más reprobable de la sociedad: es un poco el cacique el puebol, es arrogante, maleducado, revanchista (hace hincapié en el hecho de haberse casado con la que fue novia de Mantovani), machista, violento, posesivo y un bufón. La actuación es brillante, hace que el personaje sea tan real como caricaturesco.
Es una película cíclica, una vuelta al pasado para seguir adelante. Esto se materializa en dos escenas en las que Mantovani es paseado, encima de un vehículo, por las calles del pueblo: la primera, al llegar, como el héroe que vuelve del frente, saludando y recibiendo los parabienes de la población; la segunda, es de noche, saliendo del pueblo, como el reo que va camino del patíbulo, sabiendo a ciencia cierta cual es su destino.
Esta visión cíclica se materializa en que la vuelta al origen es la que consigue que vuelva a escribir y a publicar.
Creo que tiene un par de personajes a los que podría haber explotado más, que, curiosamente, son dos mujeres: la que fue su novia de juventud y la hija de éste, que como él, está deseando huir de aquel miserable pueblo.